El 21.06.2006 el diario EXPANSIÓN publicó un reportaje donde se aludía a algunos conflictos en torno a la profesión del doblaje en España.
El diario EXPANSIÓN publicó su reportaje sobre el doblaje en su primera edición con el titular «La industria del doblaje en España es una de las más potentes del mundo», en su segunda edición cambió el titular por el de ‘Una industria con voz propia’
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LAS FRASES DEL REPORTAJE DE EXPANSIÓN:
Rogelio Hernández: «No somos dobladores de películas, sino actores de doblaje. Es tan difícil reírse o llorar en un escenario o ante una cámara de cine como hacerlo en un atril delante de un micrófono. Lo único que se necesita es ser actor. Las técnicas se pueden aprender».
Alejandro Nogueira (Disney Character Voices): «El doblaje hace posible que más personas acudan al cine. La gente no va a ver una película para pensar, sino para entretenerse. Hay películas que no se prestan a la utilización de voces conocidas, como ‘Piratas del Caribe’, por ejemplo. Pero hay otras en las que la introducción de una determinada voz puede suponer un guiño para el espectador. Es el caso de ‘Cars’ en la que al ser una película de pilotos, han participado Fernando Alonso, Marc Gené o Nani Roma. Pero siempre doblando a personajes con muy pocas frases, para no desvirtuar el contenido de la película, que es lo importante, ni estropear el trabajo de los verdaderos actores de doblaje’.
José Luis Gil: «La versión original y el doblaje pueden convivir perfectamente. Lo uno no quita lo otro, todo lo contrario, pero prescindir del doblaje sería imposible, porque habría que estar acostumbrado a la musicalidad del idioma en cada película para entender los subtítulos, por ejemplo, del japonés. El mundo de los actores de imagen y el de los de doblaje han estado, por desgracia, muy delimitados tradicionalmente. El doblaje parecía un producto de clase B que le ponía voz al enemigo, el cine americano. Pero hay grandísimos actores de doblaje que podrían dedicarse al cine o al teatro porque son tan buenos o mejores que otros que lo hacen. Diferenciaría entre actores que no hacen habitualmente doblaje y que lo único que les falta es técnica y personajes famosos que no son actores. Estos últimos suelen ser problema de la distribuidora. Pero, personalmente, creo que lo único importante es el resultado final».
Eduardo Gutiérrez: «En 1987 se cobraba exactamente lo mismo que ahora, lo que ha provocado que en 15 años el poder adquisitivo de un profesional del doblaje se haya reducido a la mitad. También la calidad está sufriendo maltrato, porque ya no se dedica tanto tiempo como antes a rodar una escena o a supervisar el resultado final».
Héctor Garay: «No es cierto que sea un mundo cerrado. Yo conseguí entrar por mis propios méritos, esa es la prueba. Hay muchas sagas familiares, pero en la mayor parte de los casos es porque son profesionales competentes, que están donde están porque valen. Está claro que hay quien tiene el camino más fácil, pero como en cualquier otra profesión. Al final quien incumple las condiciones establecidas no se da cuenta de que a la larga es perjudicial para sí mismo y para la profesión».
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EL REPORTAJE ÍNTEGRO
Sin ellos, muchos actores extranjeros se quedarían sin voz. Pero los profesionales del doblaje en España se quejan del maltrato que ha sufrido la industria en los últimos años, donde la rapidez y el intrusismo han ganado la batalla a la calidad.
Al cerrar los ojos y escuchar su voz, impresiona. Es como tener a Jack Nicholson o Paul Newman -entre muchos otros- frente a ti. Pero no es la megaestrella de Hollywood, sino Rogelio Hernández, uno de los actores de doblaje más reconocidos en España. Rememora con melancolía y cierta rebeldía juvenil los años en los que viajaba de Barcelona a Madrid para grabar, con tiempo suficiente, algunas de las grandes películas de la historia de la cinematografía.
«No somos dobladores de películas, sino actores de doblaje -explica-.
Es tan difícil reírse o llorar en un escenario o ante una cámara de cine como hacerlo en un atril delante de un micrófono. Lo único que se necesita es ser actor. Las técnicas se pueden aprender».
La industria del doblaje en España es una de las más potentes del mundo. Aunque no le faltan detractores -que abogan por la proyección de las películas y las series de televisión en versión original-, «el doblaje hace posible que más personas acudan al cine. La gente no va a ver una película para pensar, sino para entretenerse», explica Alejandro Nogueras, director de la división Disney Character Voices, de The Walt Disney Company Iberia/Buenavista Internacional Spain. El actor José Luis Gil, con una larga trayectoria como actor de doblaje y más conocido actualmente por su papel de presidente de la comunidad de Aquí no hay quien viva, añade que «la versión original y el doblaje pueden convivir perfectamente.
Lo uno no quita lo otro, todo lo contrario. Pero prescindir del doblaje sería imposible, porque habría que estar acostumbrado a la musicalidad del idioma en cada película para entender los subtítulos, por ejemplo, del japonés».
La labor del actor de doblaje ha sido considerada, a menudo, una profesión de segunda categoría. «El mundo de los actores de imagen y el de los de doblaje han estado, por desgracia, muy delimitados tradicionalmente. El doblaje parecía un producto de clase B que le ponía voz al enemigo, el cine americano. Pero hay grandísimos actores de doblaje que podrían dedicarse al cine o al teatro, porque son tan buenos o mejores que otros que lo hacen», explica Gil.
La introducción de voces de personajes famosos en algunas películas forma parte, en ocasiones, de una elaborada labor de márketing.
Alejandro Nogueras asegura que «hay películas que no se prestan a la utilización de voces conocidas, como Piratas del Caribe, por ejemplo. Pero hay otras en las que la introducción de una determinada voz puede suponer un guiño para el espectador. Es el caso de Cars, en la que, al ser una película de pilotos, han participado Fernando Alonso, Marc Gené o Nani Roma, entre otros.
Pero siempre doblando a personajes con muy pocas frases, para no desvirtuar el contenido de la película, que es lo importante, ni estropear el trabajo de los verdaderos actores de doblaje».
Fernando Rico, gerente del Estudio de Doblaje Sonostar, en Zaragoza, asegura que «un actor de doblaje no nace, se hace. Es muy importante dominar la técnica, porque luego ocurre como cuando se doblan a sí mismos actores como Antonio Banderas o Aitana Sánchez-Gijón en Un paseo por las nubes, donde en el resultado final se nota la diferencia respecto a los actores de doblaje profesionales».
José Luis Gil, por su parte, diferencia entre «actores que no hacen habitualmente doblaje y que lo único que les falta es técnica, y personajes famosos que no son actores. Estos últimos suelen ser problema de la distribuidora. Pero, personalmente, creo que lo único importante es el resultado final».
Cambio de la profesión
La profesión ha cambiado mucho en los últimos años, explican quienes se dedican a ella. La mayor parte coincide en que ya no se cuida la calidad como antes, que no se dedica tanto tiempo a grabar una determinada escena, que cada vez hay más intrusismo y que los sueldos no han aumentado al mismo ritmo que el coste de la vida. Eduardo Gutiérrez, director de doblaje y adaptador de guiones, explica que «en 1987 se cobraba exactamente lo mismo que ahora, lo que ha provocado que en 15 años el poder adquisitivo de un profesional del doblaje se haya reducido a la mitad. También la calidad está sufriendo maltrato, porque ya no se dedica tanto tiempo como antes a rodar una escena o a supervisar el resultado final». El actor Héctor Garay comenta, además, que no es cierto que sea un mundo muy cerrado, como a menudo se ha dicho del doblaje: «Yo conseguí entrar por mis propios méritos, esa es la prueba.
Hay muchas sagas familiares, pero en la mayor parte de los casos es porque son profesionales competentes, que están donde están porque valen. Está claro que hay quien tiene el camino más fácil, pero como en cualquier otra profesión».
Los profesionales también denuncian que la proliferación de escuelas de doblaje ha provocado que los estudios rompieran las reglas del juego, contratando a actores con salarios inferiores a lo establecido en el convenio de trabajadores. Los actores están a la espera de que, el próximo otoño, se firme un nuevo convenio que contemple esta nueva situación y regule la profesión de forma que todos sus integrantes salgan beneficiados. «Al final, quien incumple las condiciones establecidas no se da cuenta de que a la larga es perjudicial para sí mismo y para la profesión», asegura Garay.
La introducción de voces famosas en una película forma parte de una elaborada labor de márketing
Los profesionales del sector consideran que el doblaje puede convivir sin problemas con la versión original
«Es tan difícil reírse en un escenario como en un atril ante un micrófono», señala el actor Rogelio Hérnández
‘We don’t speak English’… En el cine tampoco
Sólo dos de cada diez españoles aseguran conocer o hablar una lengua extranjera. En una Europa cada vez más plurilingüe, los expertos critican el método de enseñanza: anquilosado y carente de medios técnicos.
Los españoles suspenden en el aprendizaje de idiomas y una de las principales causas es el doblaje de películas y series de televisión. «Todos los países europeos excepto España e Italia ven las películas y la televisión en versión original. Esto ayuda muchísimo, sobre todo al oído. Pero en España es muy difícil cambiar, especialmente porque los canales de televisión se guían por los índices de audiencia», señala Ginés Méndez, director general de Berlitz, una de las principales compañías de aprendizaje de idiomas del mundo.
Según el último Eurobarómetro sobre el conocimiento de otras lenguas, en Luxemburgo sólo un 2% de la población es monolingüe y en Dinamarca, Países Bajos o Suecia, el 80% de los habitantes es capaz de mantener una conversación en un idioma extranjero.
Otro dato: España fue el último país de la Unión Europea en introducir el aprendizaje de un segundo idioma, en 1997, y limitado sólo a las comunidades autónomas que carecían de lengua vernácula.
Según el director del departamento de Traducción y Lingüística de la Universidad de Vigo, Arturo Parada, «los españoles están acostumbrados a estudiar idiomas de una manera pasiva, a copiar apuntes, sin poner nada, o poco, de su parte». En su opinión, el método de enseñanza no es el más adecuado: «Persisten usos que corresponden a estadios anteriores en la enseñanza de idiomas o que están determinados para el estudio de lenguas clásicas, de objetivos muy distintos». Parada contrapone nuestro sistema al utilizado en los países nórdicos, donde los alumnos son prácticamente bilingües en inglés. «Se enseña desde muy temprano de forma eminentemente práctica», explica. También cita a Portugal, «donde el inglés que se habla suele ser magnífico».
Las claves
– A la hora de adaptar el guión original a la versión española, son varios los factores que han de tenerse en cuenta, explica el director de doblaje Eduardo Gutiérrez:
– 1. Máximo respeto al texto original.
– 2. Movimiento de labios de los actores: es necesario coordinar el texto definitivo en español con la articulación original.
– 3. Carácter del personaje.
– 4. La sonoridad: en ocasiones, en la versión original el director ha pretendido usar un sonido concreto que hay que respetar («no es lo mismo decir ‘lápida’ que ‘tumba’, por ejemplo»).
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